miércoles, 16 de abril de 2014

 “NO HAY PUEBLO QUE HAYA DESAPARECIDO POR DESARROLLAR MINERÍA”



Mario Hernández, licenciado en Hidrogeología y Dr. En Ciencias Naturales, es un docente e investigador
argentino reconocido a nivel internacional. Actualmente es titular de la Cátedra de Hidrogeología en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata.

El pasado sábado, en el ciclo radial “Hablemos de Minería (FM Esquel), Hernández fue entrevistado en torno a la dicotomía que desde algunos sectores se trata de establecer en torno a la explotación minera por un lado, y el cuidado y aprovechamiento del agua por el otro. Esa dicotomía se encuentra, por ejemplo, en el argumento que esgrimen opositores a la minería en Esquel diciendo que de habilitarse el proyecto aurífero de explotación subterránea “Suyai”, esta ciudad cordillerana se quedaría sin agua, algo negado desde la empresa que asegura que utilizará agua de una “cuenca cerrada”.

El hidrogeólogo explicó que “hay cuencas que tienen “vocación” de salir hacia el mar, como pasa por ejemplo con el Río Chubut en nuestra provincia, río que con todos sus afluentes va a desaguar en el atlántico.  En cambio otras cuencas que se llaman cuencas interiores, cerradas, centrípetas  o endorreicas, no tienen salida libre ya sea al mar o a un río más importante, sino que desaguan en un punto interior”. Indicó Hernández que en Chubut existen muchos casos de cuencas cerradas, por ejemplo en la actualidad el Río Senguer, “y en Esquel con algunas lagunas”.

Hernández asevera que es falso que donde existe la minería se termina el agua, “es como decir que donde hay riego se agota el agua o donde hay industria se agota el agua. Todo depende de cómo se la cuide o la trate”. Planteó entonces que en algunos sectores de la provincia de Buenos Aires el agua es escasa producto no de las industrias o su uso productivo, sino de la propia población, “porque se la maneja mal”.

Entiende el hidrogeólogo que es necesario, “recurrir a los campos de conocimiento, a la ciencia, que es la que nos provee de las soluciones”. En ese sentido, recordó que existen métodos científicos probados, que permiten predecir si determinado proyecto o industria puede consumir o no todo un recurso acuífero, “de hecho está contemplado en la legislación. Es decir que si el concesionario de la producción minera, o el productor agrícola se maneja dentro de la ley, no debe tener problemas”. Aclaró entonces que, “si se elude la legislación, el impacto puede surgir de cualquier actividad”.

CONTAMINACIÓN DE NAPAS
También refutó los argumentos de los antimineros en torno a que indefectiblemente la minería contamina las napas subterráneas, aseverando que existe la tecnología para evitar ese impacto negativo, “usando las previsiones del caso eso se puede evitar”.

Trazó un paralelismo con la prevención en materia de salud, “hoy uno puede contraer por ejemplo la gripe A. Si se vacuna no contrae la gripe porque tiene los anticuerpos. Es necesario y una obligación ética que el minero, así como cualquier otro usuario del agua, tome las medidas para evitar el mal uso del agua o su contaminación”.

LOS USOS DEL AGUA
Existen mitos sobre las cantidades de agua que utilizan las distintas industrias. En minería suele impactar cuando se habla de millones de litros cúbicos, pero lo que no se tiene en cuenta es que esa cantidad se aprovecha en circuitos cerrados, es decir que una vez completo el circuito, se renueva solamente lo que se pierde por evaporación, una parte mínima de esa cantidad inicial. 

Señaló Mario Hernández que la “Huella Hídrica” refleja a nivel mundial que el mayor consumidor de agua es la ganadería, con un promedio a nivel global del 70%. En la Argentina llega a un promedio del 67%, es decir las 2/3 partes. Luego le sigue la industria si incluimos dentro de ella a la hidrocarburífera que usa mucho agua en la recuperación secundaria, y en tercer lugar el uso doméstico”.

ARMONÍA
“Es posible hacer minería en Esquel si se hace con la armonía necesaria. Yo podría haber pensado que la agricultura podría haber sido dañina para el medio ambiente. Y si hubiera sido asó nuestros pioneros galeses no hubieran ido nunca a Esquel y esa ciudad no existiría salvo por su recurso turístico”, dijo Mario Hernández, “haciendo equilibradamente las cosas, son absolutamente compatibles la minería y el cuidado del agua. Como se hace en todo el mundo, sin diferencias de ideología porque minería se hace en Estados Unidos, en Corea del Norte, en China, en Cuba. No es un problema ideológico sino de equilibrio”.

Remarcó que en toda la cordillera andina, la minería fue una actividad de los pueblos originarios, “por ejemplo la gente se maravilla con Machu Pichu y allí se dio la utilización más importante del oro. Luego vino la conquista y en todas las iglesias antiguas está todo hecho en oro. Es decir que había minería y los pueblos no desaparecieron ya sea en Bolivia, Perú, Chile o Argentina. Siglos demuestran que es compatible la minería con nuestra cultura”.

“En Argentina tenemos una cuestión cultural en esto de poner todo en sí o no. Boca –River, Perón o Balbín, Si o No a la minería. Tomamos posturas y muchas veces las tomamos mal”, concluyó.


Fuente: patagoniapyp.com

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